Lionel busca la tijera en el último cajón del mueble de la cocina, donde mamá guarda sus utensilios de costura. Como no está, sigue buscando ascendentemente, hasta el primero. La tijera tiene rastros de leche pegajosa.
Una vez recortadas, Lionel las mira orgulloso: cuatro mariposas de papel glasé metalizado rosa. Pega una en cada punta de la lámina del sistema digestivo (no tiene nada que ver, pero quedan lindas).
Antes de dejar la tijera en el último cajón, Lionel la limpia cuidadosamente. Si mamá se entera de que papá abrió el sachet de leche con su tijera de coser, lo mata.