Violeta no esperaba a Teo. Pero se acostumbró a la idea, y ahora lo tiene en sus brazos, tan chiquito. Teo tose y Violeta se alarma. Lo mira, y no puede evitar derramar una que otra lágrima: tiene terror a perderlo.
Anoche Violeta durmió dos horas, lloró cuatro veces y se comió tres postrecitos de chocolate y uno de dulce de leche. Su mamá le insiste con que vaya al psicólogo: ella arregla todo con el psicólogo.
Encima Leandro que no la entiende. Ayer hasta le tocó el culo. Un desubicado; como si ella tuviera tiempo para pensar en esas cosas…
Anoche Violeta durmió dos horas, lloró cuatro veces y se comió tres postrecitos de chocolate y uno de dulce de leche. Su mamá le insiste con que vaya al psicólogo: ella arregla todo con el psicólogo.
Encima Leandro que no la entiende. Ayer hasta le tocó el culo. Un desubicado; como si ella tuviera tiempo para pensar en esas cosas…
5 comentarios:
mmmmm
pobre esta chica...
que pena que no pueda disfrutar la vida como un ser humano..
He leído algunos de tus relatos en este Blog y me llama la atencion que todas llevan por titulo un nombre: Julia, Horacio, etc... son muy buenas. No habrá por ahí algún Adán en tus historias?
Saludos!
EMMMMMMMMM...depre post parto, diría yo...es feito
No por nada mi aversión patológica a la maternidad. Me seguís dando motivos. Gracias!
Saludos!
Me parece que lo del psicologo es una idea excelente.. es mas.. yo la mandaría al psiquitara!
Y si el marido le toca el culo y ella se ofende.. me parece que la desubicada es ella. pobre marido, el tambien trabaja, y esta cansado y ademas de preocuparse por el hijo se tiene que preocupar por su esposa que esta pasando por una fase depresiva, si le toca el culo es para darle una alegria entre tanta tristeza sin sentido. Pero eso ella no lo entiende.
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